Empiezas con todas las ganas e ilusión a preparar tu pequeño set de rodaje para grabar tus primeros vídeos para tu blog. Has leído sobre la importancia de la luz, sobre la preparación del texto con antelación, y has aprendido cómo desarrollar una buena práctica.
Al fin y al cabo, te han dicho que lo más importante a la hora de ponerte delante de la cámara es ser natural, ser tú mismo. Así que «no deberá de ser tan complicado», piensas.
Le das al botón de grabar.
Tres, dos, uno: acción. Empiezas a hablar y se te traba la lengua. «No pasa nada, es la primera toma… no iba a salir a la primera, claro…».
Toma dos: empiezas de nuevo. Vas bien, y de repente dudas de algo, se te olvida lo que ibas a decir. «Mierda, a lo mejor la gente se da cuenta de que estoy dudando y no parezco muy convincente…».
Cortas.
«Va, venga, no pasa nada», te dices a ti mismo.
Toma tres: no sabes si continuar desde el último punto o empezar de nuevo. «Empiezo de nuevo para hacerlo bien, ahora sí que sí».
Comienzas a hablar. Parece que la cosa va bien. Entonces te empiezas a oír. «¿Será importante lo que estoy diciendo? A lo mejor es una chorrada… o me estoy enrollando demasiado…».
Cortas.
«Uf, qué calor… ¡ostras! lo mismo esto se nota en el vídeo… creo que me estoy poniendo rojo… Venga va, una pausita, si no debe ser tan difícil… lo único que tengo que hacer es ser yo mismo…».
Miras el reloj.
«Toma número… mmm… no me acuerdo ya…». Grabando de nuevo.
Sigues hablando… y sigues escuchando esa vocecita dentro de tu cabeza: «Madre mía, ¿y si nadie ve este vídeo? ¿Y si no resulto natural? ¿Y si es mejor no tener vídeo a tener uno malo? Uf, con lo fácil que parecía… jopé ahora sí que estoy sudando, esto fijo se ve en cámara. Va, venga, muéstrate natural… agghhh…»
Dime una cosa: ¿te resulta familiar?
¿Oyes ese monólogo en tu cabeza cada vez que grabas tus vídeos?
¿Sientes que lo que cuentas no es relevante ni nadie te va a querer ver o escuchar?
Bienvenido al mundo de los que las hemos pasado canutas grabando nuestros primeros vídeos.
Se pasa fatal, lo sé.
Pero la buena noticia es que no estás solo, y no eres el primero ni serás el último en sentir ese nudo en la garganta cada vez que te tienes que poner delante de una cámara.
Es verdad que la regla número uno a la hora de grabar tus vídeos es que seas tú mismo, que hables a la cámara como le hablarías a un amigo. Pero la realidad no es tan fácil y es bastante normal sentir esa sensación de ridículo mientras le hablas a la cámara de tu ordenador.
Lo bueno es que como te decía, a todos nos ha pasado.
Hablar delante de una cámara con soltura y naturalidad no es algo a lo que estás acostumbrado, y por eso aprender a comunicarte mejor delante de ella es una habilidad que requiere mucha práctica y repetición.
Si bien la regla número uno para grabar los vídeos para tu blog es que seas tú mismo, déjame decirte que hay otra regla de oro no escrita, pero igual de importante que la anterior: la de que el enemigo principal para disfrutar grabando tus primeros vídeos, eres tú.
El mayor enemigo de tus vídeos: tú mismo
La paradoja de todo el asunto es que tú mismo eres a la vez tu propia clave para el éxito de tus vídeos, y tu mayor enemigo a la hora de divertirte haciéndolos.
Si lo piensas un poco, tiene su lógica que el proceso de grabación se convierta en un auténtico suplicio para ti al principio:
- Si lo único que haces es comparar tu poca soltura delante de la cámara con la de los grandes referentes del blogging, es normal que te sientas mal.
- Si lo único que te dices son cosas desmotivantes y si además no paras de visualizarte más sólo que la una y sin suscriptores a tu canal de Youtube, lo más normal del mundo sea que, efectivamente, no disfrutes grabando tus vídeos y que acabes aborreciendo además el rato que le dedicas.
Por eso en este post quiero ayudarte a que te des cuenta de que conseguir ser natural delante de la cámara, hablar como lo harías delante de un amigo y tener soltura grabando, es algo que se adquiere solo con la práctica.
Claro que hay personas a las que esto les resulta más fácil que a otras. Eso no te lo voy a discutir. Pero en cualquier caso quiero que entiendas que convertirte en un buen comunicador es cuestión de hacer muchos vídeos y de tener la actitud de querer mejorar.
Ahora bien que la clave sea la práctica no quiere decir que tengas que esperar a tener tus primeros 30 vídeos para empezar a divertirte con el proceso de grabarlos, y a sentirte más cómodo.
Para nada.
Así que con el fin de ayudarte a que disfrutes grabándote y a motivarte para que nada te pare creando tus vídeos, voy a compartir contigo tres sencillos pasos que tú mismo puedes hacer antes y durante el proceso de grabación.
Vamos allá.
3 sencillos pasos para empezar a disfrutar grabando tus primeros vídeos
1# Cambia tu diálogo interno y háblate como lo haría tu mejor amigo
Es imposible que disfrutes si lo que te dices a ti mismo son cosas del tipo: «esto no le va a interesar a nadie», «me estoy enrollando mucho…», «¿y si se nota que estoy nervioso?» o «me muero de la vergüenza».
Así que lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de qué te estás diciendo y de cómo te lo estás diciendo.
Una vez que seas consciente de esa dichosa voz desmotivándote y haciéndote sentir ridículo, bájale el volumen, o mejor aún, ponle la voz de alguien que te haga gracia.
Prueba a escuchar «Esto no le va a interesar a nadie», con la voz de Homer Simpson, o de Mickey Mouse, o de quien tú quieras. Ya verás el efecto inmediato que tiene el cambio de esa voz en tu emoción y en cómo te sientes en ese momento.
Cuando lo hayas hecho, piensa también en qué te diría tu mejor amigo al contarle que estás grabando tus primeros vídeos y que estás un poco nervioso.
¿Qué te respondería?
Seguro que te animaría un montón y que te diría cosas como: «admiro el esfuerzo que estás haciendo», «sigue así», «me ha gustado el último vídeo que has hecho» o «creo que si haces esto, podrías mejorar aún más».
Es en ese tipo de comentarios en los que tienes que pensar cuando estás hablando delante de la cámara y no en echarte el rapapolvo el siglo.
No vale con dedicarle a este ejercicio treinta segundos y ya. Tómate tu tiempo o incluso mejor: haz la prueba real y pídele a tu mejor amigo que te dé su opinión sobre que estés grabándote para tus primeros vídeos.
Quédate con sus comentarios y rememóralos en tu mente las veces que haga falta hasta que consigas acallar la voz del dichoso aguafiestas y reemplazarla por la de esa persona que valora el esfuerzo que estás haciendo.
2# Cambia la película que te montas en tu cabeza por una con un final práctico
Te digo lo mismo que en el punto anterior: si cuando estás hablando delante de la cámara te ves a ti mismo sudando la gota gorda, visualizando el contador de visitas a cero o sin suscriptores a tu canal de Youtube, la consecuencia más normal es que acabes desmotivado y declarándole la guerra a la cámara.
Al igual que puedes bajar el volumen en tu mente a una voz que te incordia y ponerle la voz de un personaje que te hace gracia, puedes cambiar las características de la imagen que te montas en tu cabeza y ponerla en blanco y negro, o hacerla más pequeña y borrosa, o terminar fundiéndola a blanco o a negro.
Puedes empezar a crear una nueva película donde te visualices a ti con un montón de vídeos publicados en tu canal, por ejemplo, viendo la evolución que has tenido y sintiéndote orgulloso de todo lo que has aprendido, no ya sólo sobre vídeo, sino sobre cómo convertirte en un mejor comunicador.
Observa esa nueva película y visualízala tantas veces como sea necesario. Después auméntale el tamaño a lo bestia, la intensidad del brillo, añádele más luz y siente el efecto que eso provoca en tus sensaciones. Ya verás como te sientes mejor.
Te vuelvo a repetir: estos pasos son muy sencillos de hacer pero les tienes que dedicar tiempo. Cuanto más practiques, más fácil te será disfrutar haciendo tus primeros pinitos con el vídeo y más rápido lo conseguirás.
3# Contrasta los resultados que consigues en tu cabeza por unos reales
Una de las cosas que mejor hacemos las personas es probar las cosas en nuestra cabeza.
Me explico: si te imaginas que a la gente no le va a interesar lo que dices en tus vídeos, eso es un resultado al que estás llegando tú solito dentro de tu cabeza, sin saber si efectivamente eso es o sería así de verdad.
De hecho, lo haces constantemente: pruebas las cosas en tu cabeza y dependiendo de cómo acabe esa prueba, te motivas o te desmotivas.
Si piensas por ejemplo que tus vídeos van a tener mucha repercusión, ese es otro resultado al que llegas en tu imaginación porque evidentemente no puedes saber a ciencia cierta si eso va a ser así o no hasta que lo hagas.
La diferencia es que en este caso ese pensamiento te anima a seguir grabando, es decir, te es útil para acercarte a tu objetivo.
Así que cuando pienses que a la gente le va a parecer una chorrada lo que dices en tus vídeos, pregúntate: «Y yo esto, ¿cómo lo sé?» La respuesta más normal que obtengas será la de «no lo sé» porque, efectivamente, no tienes forma de saberlo.
Con lo cual, si quieres dejar de jugar a leer el futuro y tener la certeza de si tus vídeos interesan o no, lo mejor que puedes hacer es grabarlos, terminarlos y publicarlos para así empezar a tener un feedback real (y no inventado), del que puedes obtener un montón de información súper útil, a modo de brújula que te indique hacia dónde tirar.
Conclusión
Es normal que al principio algo que parece tan sencillo como es mostrarte natural delante de la cámara te resulte más complicado de lo que pensabas.
Es normal también que al no estar acostumbrado a grabarte en vídeos no disfrutes del proceso y que te dé cierto yuyu exponerte ante la gente.
Créeme, yo también pasé por lo mismo.
Por eso en este post he querido compartir contigo tres sencillos pasos para que cuando hagas tus vídeos, empieces a poner tus pensamientos y emociones a tu favor, es decir, en la misma dirección que tu objetivo: disfrutar el proceso de grabación y publicar tus primeros vídeos en tu blog.
Hazme caso: funcionan a las mil maravillas. De hecho, este tipo de ejercicios se realizan muy a menudo en PNL cuando se trabaja no sólo con lo que la otra persona se imagina y proyecta en su cabeza sino con el cómo lo hace (ampliando las sensaciones buenas y reduciendo o eliminando las poco útiles, por ejemplo).
Que cojas soltura delante de la cámara es cuestión de práctica y de aprender con cada vídeo que hagas.
Pero lo que sí puedes empezar a hacer desde ya es visualizar aquello que quieres conseguir en vez de lo que tú crees que te está saliendo mal, y cambiar el disco rallado que oyes en tu cabeza por otro más útil y constructivo.
Ten por seguro que eso te ayudará a finalizar tus vídeos, publicarlos y empezar a obtener feedback real que te servirá para mejorar tu comunicación en tu blog, y a pasártelo pipa mientras los grabas.
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Hola Javier,
muchísimas gracias por haberme dado la oportunidad de participar en tu blog y contribuir con mi granito de arena. Espero que este post anime a muchas personas a grabar sus primeros vídeos si todavía se lo están pensando.
Un abrazo grande
Hola Patricia:
Gracias a ti por marcarte este pedazo de entrada de más de 2000 palabras con información de valor.
Espero y deseo que haya muchas personas que pongan en práctica tus consejos.
Abrazo
jajajajaja! qué bueno! lo estaba leyendo y me iba partiendo de risa! a mí también me ha pasado algo de esto! jajajaja!
El caso es que hace unos meses, todos me decían que en los vídeos (y en las fotos) salía muy seria. Yo no me sentía así, pero sí quelo parecía.
Ahora que me empiezo a sentir cómoda en el medio, y empiezo a sobrevivir con la tecnología, cada vez que me grabo, o cada vez que emito, salgo con una sonrisa de oreja-a-oreja que no me la puedo guardar! (se me escapa).
Ahora me dicen que me ven «a tope». Y el caso es que ahora estoy Disfrutando. Y será que eso se nota.
Enhorabuena por el post!
Hola María Jesús,
me alegra mucho saber que te ha gustado el post y que te has reído. La verdad es que es algo que a todos nos pasa al principio, que estamos súper serios y preocupados porque se nos note. Pero luego a medida que vamos haciendo más nos sentimos más cómodos, y eso, por supuesto que se nota.
Me alego de que estés disfrutando haciendo tus vídeos, de eso se trata.
Un abrazo grande